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martes, 27 de diciembre de 2016

REPENSAR LA POBREZA: UN GIRO RADICAL EN LA LUCHA CONTRA LA DESIGUALDAD GLOBAL

Después de décadas de esfuerzos, miles de millones de dólares, miles de trabajadores humanitarios y cientos de programas contra la pobreza, 865 millones de personas sobreviven con el equivalente de menos de un dólar al día; pero eso puede cambiar con una pequeña clínica, un incentivo y un aula escolar, según esta reveladora obra.
Los autores, Abhijit V. Banerjee y Esther Duflo, investigadores de economía del MIT, informan sobre ciertos experimentos que demuestran que dar a los pobres una vida más cómoda y productiva es posible mediante algunos cambios relativamente simples y no tan caros.

Por un lado,vemos como en este libro se plantean un objetivo claro, el cual ha sido el eje de las carreras de los dos autores del libro: analizar si muchas de las ideas acerca de cómo viven millones de personas en el planeta con menos de un dólar al día son ciertas o no. Y hacen esto como científicos: realizan encuestas aleatorias por el mundo, para probar diferentes estrategias en campos como la sanidad, la educación, los microcréditos, el acceso al ahorro...

Por otro lado, vemos como el principal problema al enfrentarse a la pobreza se trata de que hasta ahora no se ha tratado a los pobres como una fuente de información. Por tanto, Banerjee y Duflo desvelan la importancia que tiene acercarse a las víctimas y darle el protagonismo que se merecen. Así, Repensar la pobreza nos permite, romper con los clichés en los que caen algunos proyectos de ONGs y gobiernos, ya que estos deben acercarse al problema y cortar la distancia entre el que ayuda y el que es ayudado.

A continuación, algunos de los datos extraídos de dicho libro son los siguientes:
  • Un dato importante es que aproximadamente 865 millones de personas viven con menos de un dólar al día.
  • Se utilizan experimentos sociales para luchar contra la pobreza.
  • Un pequeño cambio en la vida de los pobres puede tener un impacto enorme, aunque ellos no lo crean.
  • Las “prestaciones invisibles”, como la vacunación, son inexistentes para los pobres, y esto podría ayudarles a reducir la pobreza.
  • El suministro de “micronutrientes” a mujeres embarazadas y a niños ayuda más a reducir el hambre, que el envío de cereales del extranjero.
  • La constante presión de la pobreza eleva en estas personas los niveles de cortisona, una hormona que disminuye la capacidad para tomar decisiones buenas y adecuadas.
  • El microfinanciamiento ayuda a millones de personas, pero las pequeñas empresas necesitan más.
  • Las personas pobres generalmente no están bien informados, y ponen como ejemplos la dificultad en la expansión del uso de vacunas, de fertilizantes, o del conocimiento de la transmisión del VIH. 
  • Los pobres tiene que hacerse responsables de cosas que en los países occidentales damos por hecho, como el acceso a agua potable o a una pensión en el futuro. 
  • Los pobres no tienen acceso a mercados de productos de ahorro o de seguros (como el de la salud, y ponen en el libro muchos ejemplos de economías familiares destrozadas por la enfermedad de uno de sus miembros). 
  • Apuntan a la ignorancia, ideología e inercia, como responsables de los fracasos . 






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